miércoles, 16 de mayo de 2012

La Primera Guerra Mundial

Entre 1914 y 1918 se desarrolló en Europa el mayor conflicto hasta entonces conocido. Motivada por conflictos imperialistas entre las potencias europeas, la "gran guerra", como se denominó originalmente a la Primera guerra mundial, implicó a toda la población de los estados beligerantes, así como a la de sus colonias respectivas. 
La causa inmediata que provocó el estallido de la primera guerra mundial fue el asesinato del archiduque de Austria-Hungría, Francisco Fernando, en Sarajevo, Servia (posterior Yugoslavia), el 28 de junio de 1914.
Austria presentó un ultimátum a Servia y el 28 de julio se declaró la guerra. El sistema de alianzas militares creado en los años previos entró entonces en funcionamiento.
Rusia ordenó la movilización de sus ejércitos contra Austria, por simpatía con sus hermanos eslavos. Alemania, aliada del imperio austro-húngaro, concentró el máximo de fuerzas disponibles para lograr rápidamente una victoria sobre Francia y permitir con ello dirigirse contra Rusia.
El plan dejó al ejército austríaco encargado de contener a los rusos en el frente oriental y dirigió la mayor parte de sus tropas contra Francia.
El ejército francés se dispuso a su vez a aplicar el  contraataque centrado en el río Marne.

Planes alemanes para la ofensiva.
Los alemanes iniciaron su ofensiva occidental con la toma de Leija el 16 de agosto de 1914. El 20 de agosto de ese año entraron en Bruselas. La defensa francesa fue arrollada, pero en septiembre, cuando la balanza parecía inclinarse del lado alemán, el ejército francés consiguió rechazar la ofensiva alemana en la primera batalla del Marne. Tras las batallas de Yser e Ypres se estabilizó un frente que iba desde el canal de la Mancha hasta Suiza.
En el frente oriental, el ejército ruso se dirigió al este de Prusia, donde derrotaron al ejército austríaco. Los generales alemanes Paul von Hindenburg y Erich Ludendorff lograron sin embargo una gran victoria sobre el ejército ruso en las batallas de Tannenberg (26 de agosto de 1914) y de los lagos Masurianos (febrero de 1915). Rusia dirigió entonces una operación masiva contra Silicia, pero los resultados no fueron favorables a ninguno de los dos bandos y el frente oriental quedó también estabilizado.
El imperio Otomano (Turquía) entró en la guerra el 10 de agosto de 1914, al acoger en sus aguas territoriales a dos barcos de guerra alemanes.
En esta primera fase, la guerra en el mar se libró entre el Reino Unido y Alemania. Los británicos tenían una clara superioridad numérica en flota de superficie, mientras que Alemania dedicó su esfuerzo sobre todo a la guerra submarina. En el ataque a las islas Falkland (Reino Unido), efectuado el 8 de diciembre de 1914, los alemanes sufrieron una terrible derrota que supuso el principio del fin de sus operaciones en alta mar. Inició entonces el Segundo Reich alemán una campaña de bloqueo comercial submarino que conmovió a la opinión mundial cuando, el 7 de mayo de 1915, fue hundido el trasatlántico británico "Lusitania", con dos mil pasajeros a bordo.
Los años de igualdad de fuerzas
Igualdad de fuerzas estabilizó los frentes.
A comienzos de 1915, los rusos, amenazados por los turcos en el Cáucaso, pidieron a los británicos una acción rápida contra Turquía. En el Reino Unido, y poco después en Francia, se aprobó el plan de ataque de Winston Churchill. En febrero, una expedición naval tomó las fortalezas situadas en la entrada de los Dardanelos. Sin embargo, los turcos resistieron en el interior, con lo que también aquí se estabilizó el frente.
Los alemanes se mantuvieron en general a la defensiva en el frente occidental y concentraron sus esfuerzos contra los rusos, a quienes derrotaron rompiendo su frente y obligándolos a retirarse en una línea que iba desde el mar Báltico hasta Chernovtsi, en la frontera rumana.
En 1915, Italia declaró la guerra a Austria. El avance italiano hacia el este pronto fue detenido, lo que supuso el inicio de una guerra de trincheras en torno al río Isonzo. En septiembre, los imperios centrales firmaron un tratado con Bulgaria y ocuparon Servia.
Batallas en terrenos que ninguno dominaba.
Durante el invierno de 1915 y 1916, Alemania dirigió su acción contra Francia en una ofensiva  que se inició el 21 de febrero de 1916 en Verdún, cuya defensa fue confiada al general francés Philippe Pétain. Pero la ofensiva de los aliados en el Somme distrajo la atención de los alemanes, que perdieron así su gran oportunidad.
En el verano de 1916 tuvo también lugar la confrontación entre la flota alemana y la británica en la batalla naval de Jutlandia, en el mar del Norte, que ambos contendientes consideraron como una victoria.
En el frente oriental, en 1916, los rusos iniciaron una importante operación de ataque que tuvo como resultado indirecto la entrada de Rumania en la guerra a favor de los aliados. De enero a mayo de 1917, la estrategia aliada en el frente occidental consistía en que el ejército británico hiciese ataques preparatorios, reservándose a los franceses una ofensiva mayor en la región de Champagne.
Sólo desolación y muerte.
El hundimiento de tres barcos mercantes estadounidenses por los submarinos alemanes provocó la declaración de guerra de los Estados Unidos a Alemania el 6 de abril de 1917.
En el frente oriental, la revolución rusa supuso un respiro para los imperios centrales. El armisticio firmado en Brest-Litovsk el 15 de diciembre de 1917 benefició a Alemania, que quería la paz en el este para transferir tropas al frente occidental, así como al partido bolchevique ruso, que la deseaba para consolidar su régimen.
En el frente occidental, los británicos iniciaron de junio a diciembre de 1917 una ofensiva en Flandes que se cerró con una operación de gran significado para el futuro: la batalla de Cambrai, donde se utilizaron por primera vez carros de combate.
Entre mayo de 1917 y septiembre de 1918 se iniciaron movimientos de paz por parte del emperador austríaco Carlos I y del papa Benedicto XV. Durante 1918, el presidente Woodrow Wilson formuló sus famosos "catorce puntos", donde definía las bases de la paz, indicando soluciones para los problemas originados por la guerra.
Término del conflicto
La aviación inicia su despegue bélico.
En el frente occidental, de marzo a septiembre de 1918, el mayor problema de los aliados era cómo defenderse de una inminente ofensiva alemana antes de la llegada de refuerzos de los Estados Unidos. Alemania decidió atacar, aprovechando la ventaja derivada de la transferencia de tropas del frente oriental. Lanzó una serie de ofensivas que culminaron en la segunda batalla del Marne, pero los aliados recuperaron la iniciativa con la llegada de fuerzas estadounidenses.  Los germanos se convencieron de la necesidad urgente de la paz negociada. En todos los demás frentes, los aliados iniciaron ofensivas que contribuyeron a minar las fuerzas alemanas y austro-húngaras. En Italia, las fuerzas austríacas se amotinaron a fines de octubre de 1918, y el alto mando ordenó la retirada general.
El imperio austro-húngaro comenzó a desmoronarse. Sus diversas nacionalidades (eslavos del sur, checos y polacos) proclamaron la independencia, con lo que los territorios de Austria y Hungría quedaron muy mermados. La ofensiva final en el frente occidental consistió por parte de los aliados en ataques convergentes contra las posiciones alemanas al oeste de la línea que iba de Ypres a Verdún. El 3 de octubre de 1918, el canciller alemán, el príncipe Maximiliano de Badén, envió una nota a Wilson en la que pedía el armisticio y el establecimiento de negociaciones de paz. El 27 de octubre, Alemania consintió en aceptar las condiciones de Wilson para la tregua.
El 9 de noviembre, Guillermo II renunció al poder al tiempo que se producía en  Alemania una revolución proletaria que sería finalmente sofocada por grupos contrarrevolucionarios y militares. En Europa comenzaron los preparativos para la conferencia de paz de Versalles.
Consecuencias
Diez millones de muertos.
La guerra mundial había causado cerca de diez millones de muertos y varios millones más de heridos, en su mayoría jóvenes, principalmente de Rusia, Alemania, Francia y el Reino Unido. Las pérdidas materiales fueron también cuantiosas en los países beligerantes.
Por otra parte, la contienda había generado un intenso desarrollo de los instrumentos y técnicas de guerra: por primera vez participaron de forma activa en el combate los fusiles de repetición, las ametralladoras, los gases asfixiantes, los tanques, los dirigibles y los aviones, y también por primera vez se practicaron la guerra de posiciones y los bombardeos de ciudades. La exacerbación del patriotismo y la movilización de la sociedad civil fueron otras novedades de la primera guerra mundial.
Ver: Mapa conceptual sobre la Primera Guerra Mundial
Ver, en seguida, Europa de entreguerras
Fuente: “La Era del Imperialismo”; Wolfgang J. Mommsen.
Compilación: Profesor en Línea




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